Sofía era una chica morena espectacular de 22 años, delgada y sensual. Trabajaba como asistente en una empresa de publicidad, donde su compañero de trabajo, Andreu, no podía evitar mirarla con deseo. Andreu era un hombre atractivo de 30 años, casado, pero su esposa no satisfacía ya sus necesidades sexuales.
Un día, el jefe les pidió que se quedaran a trabajar hasta tarde para terminar un importante proyecto. Andreu se acercó a Sofía y le susurró al oído que era la oportunidad perfecta para una escapada. Sofía se sonrojó, consciente del efecto que causaba en Andreu, pero no pudo resistirse a la tentación.
Cuando el resto de empleados se marchó, Andreu cerró la puerta con llave y se abalanzó sobre Sofía, besándola apasionadamente. Ella respondió a sus besos, dejándose llevar por el deseo que había contenido durante tanto tiempo.
Andreu la guió hacia una mesa de reuniones, donde la hizo sentarse mientras se arrodillaba ante ella y le bajaba las bragas. Comenzó a lamerle el clítoris, provocándole espasmos de placer. Sofía gimió sujetándose a los bordes de la mesa para no perder el equilibrio.
Andreu la penetró con los dedos, preparándola para algo más grande. La levantó y la sentó encima, introduciéndose en ella lenta y profundamente. Sofía jadeó al sentirse completamente llena, agarrándose a los hombros de Andreu.
Comenzaron a moverse en un vaivén erótico, probando diferentes posiciones y ritmos. Sus cuerpos se deslizaban entre sí, brillantes de sudor, mientras el placer los apoderaba por completo. Sofía llegó al orgasmo varias veces, sacudiéndose alrededor de Andreu.
Satisfechos pero cansados, se vistieron despacio. Aquella había sido la mejor tarde de trabajo que ninguno podría olvidar jamás. Sus deseos secretos se habían saciado por fin, y aunque probablemente se verían obligados a actuar con normalidad, el recuerdo de sus lujuriosas fantasías les perseguiría siempre. Sofía había descubierto facetas nuevas de su sensualidad que ansiaba explorar de nuevo. Y Andreu se había dado cuenta de que ya no podría volver a mirar a Sofía de la misma manera.
