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Cogiendo Dos Rubias Con Dos Amigos en Casa de Campo

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Angel y Nicole eran dos bellas rubias de 20 años que decidieron escaparse a la casa de campo de la familia de Nicole para unas vacaciones relajantes. Sus vacaciones, sin embargo, tomaron otro rumbo el día que conocieron a Mike y Lucas, dos apuestos jóvenes que no dejaban de observarlas.

Mike y Lucas se hicieron pasar por turistas interesados en conocer la región, pero enseguida fue evidente que sólo tenían ojos para las hermosas rubias. No perdieron oportunidad para coquetear descaradamente con ellas e invitarlas a compartir una copa en el bar del pueblo.

Angel y Nicole se sintieron halagadas por la atención de aquellos desconocidos y decidieron aceptar la invitación. Tras un rato bebiendo y coqueteando, Mike y Lucas las convencieron para ir a su «cabaña»- en realidad una elegante mansión – a continuar la fiesta.

En la cabaña, la tensión sexual se hizo evidente. Mike besó apasionadamente a Nicole, mientras Lucas se unía a Angel. Las rubias se dejaron llevar por la pasión, olvidando todo pudor. Sus manos exploraron ansiosas el cuerpo de sus parejas, deseosas de saciar todo su ímpetu.

Mike y Lucas las guiaron al dormitorio principal, desnudándolas sin mediar palabra. Nicole gimió al sentir la virilidad de Mike, ansiosa de ser penetrada. Lucas acarició con ímpetu el clítoris de Angel, llevándola rápidamente al orgasmo.

Cambiaron de posición, explorando nuevas sensaciones. Nicole jadeó al ser penetrada por detrás, viendo el trasero de Angel rebotando al compás de las embestidas de Lucas. Sus gemidos se mezclaron en la habitación, alcanzando juntas el éxtasis bajo las habilidosas manos de sus amantes.

Mike y Lucas se corrieron dentro de ellas, llenándolas de placer. Habían descubierto un paraíso de desenfreno que no tenía intención de abandonarlos pronto. Las vacaciones de Angel y Nicole habían tomado un rumbo imprevisto, pero estaban decididas a explorar todas sus posibilidades. Ninguno de los cuatro tenía intención de volver a ser el mismo.

Sus cuerpos y almas permanecerían irremediablemente entrelazados tras aquella velada de lujuria desenfrenada.